El Nissan Qashqai: el pionero entre los modelos crossover

Cuando se presentó el Nissan Qashqai en 2007, no había nada igual en la carretera. Ofrecía una posición de asiento ligeramente elevada y, por lo tanto, una mejor vista de la carretera, a pesar de ocupar el mismo espacio que un modelo del segmento C convencional. Sus motores de gasolina y diésel eran económicos y eficientes, y para aquellos que necesitaban un poco más de agarre en condiciones difíciles, también había una versión con tracción total. En resumen, combinó las dimensiones compactas de un hatchback con algo de la robustez y mejor visibilidad de un modelo de tracción total convencional, sin sacrificar tamaño, peso o eficiencia. El primer Qashqai combinó así lo mejor de ambos mundos, atrayendo a los clientes para quienes comprar un SUV no habría sido una opción hasta entonces. No fue fácil predecir las cifras de ventas de un vehículo que ni reemplazó a un modelo existente ni tenía competidores directos. Internamente, la suposición para Europa era de alrededor de 100.000 unidades por año. Pero estas estimaciones no tenían nada que ver con la realidad. Después de unos meses, se instaló un turno adicional en la planta de Nissan en Sunderland en el Reino Unido para satisfacer la demanda. Las ventas siguieron aumentando año tras año, y la gama de modelos se volvió aún más atractiva con el Qashqai + 2, que se lanzó en 2008 con una distancia entre ejes más larga y una tercera fila de asientos abatibles