El nuevo Mazda CX-60: suspensión

La suspensión del Mazda CX-60 está formada por una suspensión delantera de doble horquilla y una trasera multibrazo. El objetivo era controlar suavemente la masa amortiguada (carrocería) en las curvas y proporcionar la mejor estabilidad posible en un amplio rango de velocidades. Los muelles y los amortiguadores funcionan con suavidad y se mueven hacia arriba y hacia abajo únicamente; se evitan los movimientos laterales o longitudinales en respuesta a la entrada de la rueda. Tres factores son responsables de ello: la geometría de la suspensión que compensa los movimientos verticales de la carrocería, el desplazamiento cero entre la entrada de las ruedas y los elementos de apoyo de los amortiguadores, y la disposición optimizada de la suspensión trasera. También se ha utilizado aluminio fundido a presión para aumentar la rigidez de la suspensión en las cuatro ruedas. Esto significa que las fuerzas se transfieren de forma aún más eficiente de la suspensión a la carrocería y, por tanto, también más rápidamente de la suspensión delantera a la trasera.