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El Audi RS 4 Avant - a todo gas - la cadena cinemática

Fuente: AUTOMOTOTV (Glomex)

Con el 2.9 TFSI V6 biturbo, Audi Sport GmbH retoma el camino del legendario V6 de 2,7 litros del primer RS 4 Avant de 1999. En aquel momento, el V6 biturbo producía 279 kW (380 CV). En el nuevo RS 4 Avant, ahora produce 331 kW (450 CV), es decir, una potencia de 155,5 CV por litro. Como resultado, el RS 4 Avant sólo necesita entre 3,9 y 4,1 segundos (dependiendo del equipamiento) para pasar de 0 a 100 km/h. La unidad TFSI pesa sólo 182 kilogramos, 31 kilogramos menos que el motor V8 del modelo predecesor de 2012, lo que beneficia el peso total y la distribución de la carga sobre los ejes, dos requisitos previos para el impresionante rendimiento de conducción. El V6 biturbo ofrece un par motor de 600 Nm en el amplio rango de revoluciones de 1.900 a 5.000 rpm. Con el paquete dinámico RS, la velocidad máxima limitada electrónicamente aumenta de 250 a 280 km/h, y a 290 km/h en combinación con los paquetes de competición opcionales. Los dos turbocompresores del 2.9 TFSI están asignados cada uno a una bancada de cilindros y generan hasta 1,5 bares de presión de sobrealimentación. Como en todos los motores V6 y V8 de Audi, los turbocompresores están montados en la V interior de 90 grados de las bancadas de cilindros; en consecuencia, el lado de escape de las culatas está en el interior y el de admisión en el exterior. Esta disposición permite un diseño compacto y un corto recorrido del acelerador con mínimas pérdidas de flujo; como resultado, el 2.9 TFSI responde de forma especialmente espontánea a los movimientos del pedal derecho. El V6 de alto rendimiento no sólo impresiona por sus fuertes prestaciones, sino también por su alta eficiencia. En el nuevo ciclo de conducción WLTP, se conforma con 8,8 litros de combustible por cada 100 kilómetros, lo que corresponde a 201 gramos de CO2 por kilómetro. Esto supone una reducción del consumo del 17% en comparación con el modelo anterior. Un factor decisivo para ello es el nuevo proceso de combustión TFSI de Audi, denominado ciclo B. Está especialmente diseñado para el rango de carga parcial, que es, con mucho, el modo de funcionamiento predominante. Con cargas y regímenes más elevados, el sistema Audi valvelift (AVS) de dos etapas cierra más tarde las válvulas de admisión: el tiempo de apertura se prolonga hasta los 200 grados del ángulo del cigüeñal. Al mismo tiempo, la elevación de las válvulas aumenta de 6 a 10 milímetros. El llenado de los cilindros aumenta en consecuencia: el motor sube de vueltas con fuerza y ofrece un rendimiento opulento.

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