Volkswagen: la movilidad eléctrica ya es así de respetuosa con el clima en la actualidad

¿Es el automóvil eléctrico realmente más amigable con el clima que un automóvil nuevo con un motor de combustión moderno? Difícilmente hay una cuestión que se debata con tanta pasión desde el programa de entrevistas hasta la mesa de los habituales como esta. Al menos una cosa es cierta: si un automóvil eléctrico se carga con electricidad verde, no genera emisiones de dióxido de carbono que dañen el clima. Sin embargo, la huella de carbono de un automóvil eléctrico no solo comienza cuando el orgulloso nuevo propietario presiona el botón de inicio por primera vez. Esta contabilidad ya comienza en el proceso de fabricación. Por lo tanto, Volkswagen está reduciendo sistemáticamente las emisiones de CO2 en la producción con eficiencia energética y el uso de electricidad verde. Solo el dióxido de carbono, que el fabricante y sus proveedores no pueden evitar en la producción hoy, se compensa, por ejemplo, con proyectos certificados de protección climática en la selva tropical de Indonesia. De esta forma, la marca Volkswagen ya ha logrado entregar el Volkswagen ID.3 e ID.4 a clientes con un balance de emisiones neutro en carbono. Para que el cálculo funcione por completo, todos los valores deben ser correctos. Es fundamental proporcionar a la producción de cada componente un valor de CO2 importante. Además, Volkswagen pasa por todos los componentes de un automóvil paso a paso para reducir su impacto climático durante la fabricación. Los expertos parten de las piezas cuya fabricación emite una cantidad especialmente elevada de CO2: el sistema de baterías, acero y aluminio